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Lecciones del programa de drones de Shell

Escrito por DJI Enterprise | noviembre 1, 2021

Shell es una enorme multinacional de la industria del petróleo y el gas, con sede en los Países Bajos, que opera en más de 70 países. Según sus ingresos durante 2020, es la quinta empresa más grande del mundo.

Shell comenzó a utilizar la tecnología de drones en 2012. Desde entonces, los robots voladores se han convertido en herramientas de inspección fijas en la cartera de activos global de la empresa. Estos dispositivos ofrecen una alternativa rentable y segura para recopilar información, especialmente en entornos peligrosos y de difícil acceso relacionados con el gas y el petróleo.

Como las ventajas y las aplicaciones de la tecnología de los drones han crecido en alcance y credibilidad, el programa de drones de Shell también ha seguido esta tendencia. En este sector industrial es habitual que las tareas relacionadas con las inspecciones de activos sean realizadas por terceras partes. En general, las misiones con drones de Shell siguen ese patrón. Sin embargo, en determinadas ubicaciones, entre las que se incluye la refinería Deer Park de Shell, la empresa gestiona su propia flota.

La persona encargada de supervisar la implantación de la tecnología de drones de Shell es Adam Serblowski, jefe del Departamento de Robótica.

Desarrollo de un programa de drones

Shell ha desarrollado e implementado soluciones robóticas en todas sus actividades empresariales. En el caso de los drones, el foco está en la vigilancia. Las soluciones de DJI proporcionan información aérea que ayuda a los equipos de ingenieros a observar y mantener los activos y las instalaciones en buen estado.

 

Serblowski explica que la implementación de drones por parte de Shell comenzó en el año 2012 y se centraba en la inspección de los quemadores de las antorchas.

“Y nos costó mucho llegar hasta ahí”, indica. “Había un gran compromiso con los activos y nos preocupaba que el dron quedase atrapado por el viento o se chocase.

Sin embargo, una vez realizada la primera inspección, no hubo nada que objetar. El riesgo era bastante bajo y, a cambio, se obtenía una imagen igual o mejor que la que podía captar una persona ahí arriba”.

Las mejoras operativas y de seguridad se consideraron obvias y el programa comenzó a desarrollarse desde ahí.

Durante los primeros años, muchas inspecciones de Shell se realizaron de manera simple: mediante la obtención de imágenes que, de otro modo, debería haber realizado un miembro del personal colocado a la misma altura, lo que aumentaría los riesgos de seguridad.

“Después comenzamos a ver crecer la tecnología en nuestro espacio de geomática”, comenta Serblowski. El programa de drones de Shell se ha desarrollado mediante la adición de mapas topográficos y ortográficos.

Las operaciones en la refinería de Deer Park (Texas) se han convertido en la referencia. Desde 2016, el equipo de drones de estas instalaciones ha sido pionero en el desarrollo de procedimientos operativos estándar para las sedes de la empresa a nivel mundial. En colaboración con el jefe de los pilotos de drones John McClain, Serblowski ha introducido hardware y aplicaciones nuevas que permiten que los drones sean compatibles con una combinación de inspecciones programadas y respuestas a incidentes.

La novedad es la idea de que Shell disponga de sus propios drones y se encargue de pilotarlos.

“La gran mayoría de las misiones de drones que realiza Shell las siguen llevando a cabo operadores externos. Sin embargo, como el alcance del trabajo ha aumentado en algunos de nuestros activos fijos, tenía más sentido traer estos drones a nuestras instalaciones”, afirma Serblowski.

Shell no está exigiendo específicamente esta transición. Los diferentes países y las distintas áreas empresariales tienen impulsores diferentes. Por lo tanto, administrar estas tareas internamente podría tener sentido en un área o disciplina y en otra, no.

“Sin embargo, los conceptos son exactamente los mismos, tanto si se encarga un operador externo como si lo hacemos nosotros mismos. Sabemos que hay mucho margen para los drones en una gran cantidad de activos individuales. E integrarlos en las operaciones del día a día representa una alternativa para mejorar el rendimiento de varias maneras”.

Tecnología de drones en el mundo del gas y el petróleo para evitar riesgos

Durante años, la tecnología de drones ha desarrollado un extraordinario historial de seguridad. Esto se debe parcialmente a los avances en el hardware y el software; los receptores ADS-B y la sofisticada tecnología de detección y evasión de obstáculos es actualmente un estándar en las plataformas de la empresa DJI.

Sin embargo, se trata de aviación y siempre hay un cierto riesgo. “En lo que a los desafíos de la implementación se refiere, el más importante tiene que ver con el conservadurismo. Como industria, tenemos buenos motivos para evitar los riesgos. Las consecuencias de que algo no funcione bien pueden ser muy graves”, dice Serblowski.

Ese conservadurismo impregna el modo en el que se hacen las cosas. Los procesos se establecieron hace mucho y se requiere tiempo y esfuerzo para que una tecnología nueva los modifique. 

“Siempre que incorporamos un nuevo recurso tecnológico, se produce un determinado nivel de riesgo. Convencer por primera vez a la gente de la implementación de la tecnología y de la consecuente asunción de ese riesgo lleva mucho trabajo. Realmente es necesario llevar a cabo este trabajo preliminar para mostrarle a la gente lo seguro que es”.

Para Serblowski, esto subraya la importancia de documentar cada fase de la puesta en práctica de una nueva aplicación.

“Durante los primeros días no dispones de estos mecanismos de asistencia básicos relacionados con los estándares y los procesos. Tras realizar esta primera implementación, puedes comenzar a crearlos, lo que hace que a la próxima persona le resulte más sencillo echarle un vistazo. Disponen de pruebas y procesos que fomentan la práctica segura”.

El segundo reto que indica Serblowski es exclusivo de las organizaciones que desarrollan programas con drones a través de las fronteras. 

“Uno de los desafíos exclusivos que hay que afrontar al utilizar drones en lugar de otras tecnologías es que las normativas cambian en función del país. Hay determinados países en los que sería interesante volar, pero el mero desarrollo de casos de uso sencillos es complicado debido a las normativas locales”.

Creación de un programa de drones con empresas externas

Las empresas de servicios se encargan de impulsar el mundo de los combustibles fósiles. En las instalaciones de Shell, la gran mayoría de los trabajos de inspecciones y mantenimiento los llevan a cabo empresas externas. Esto implica que trabajar con colaboradores externos de confianza es una forma de aprovechar las ventajas de los drones en las instalaciones y de acelerar el proceso de implementación.

“Ese es el modelo, así que llevar a cabo las operaciones con drones de manera interna es algo excepcional. Es algo que no hemos hecho normalmente. Sin embargo, al tratarse de un nuevo recurso tecnológico que rebasa tantos límites diferentes, implementarlo internamente debe entenderse como una oportunidad. Tiene sentido en algunos casos”, afirma Serblowski. 

Shell no está exigiendo la creación de equipos internos de drones, ya que disponer de empresas externas que se encarguen de algunas tareas todavía puede resultar ventajoso.

Sin embargo, Serblowski hace hincapié en que, independientemente del proveedor de servicios, “el equipo, las herramientas y el concepto subyacentes serán exactamente los mismos”.

Los pilotos de Shell y los que trabajan en nombre de la empresa realizan sus tareas de acuerdo con procesos establecidos in situ, para garantizar que tanto las operaciones como la información resultante mantienen una consistencia.

Por si esto fuera poco, una organización del tamaño de Shell suele poder contar con experiencia interna que puede aprovecharse durante el proceso de implementación de drones.

Serblowski explica que las áreas empresariales como Shell Aircraft pueden establecer procesos y proporcionar garantías de que las empresas externas que se encarguen de realizarlos son de la más alta calidad.

“Disponemos de un documento interno que incluye los requisitos del grupo Shell para el uso de aeronaves y que engloba a todos nuestros proveedores de drones. Antes de que alguien haga despegar un dron, debemos estar seguros de que sea un proveedor competente”.

Más allá de las metodologías de vuelo, estos estándares también están relacionados con la información que se recopila.

“Saben exactamente qué estás buscando y son capaces de proporcionar las imágenes que necesitas. Estamos comenzando a ver el desarrollo de estándares de información específicos, así podemos garantizar que logramos una mayor consistencia en lo que capturamos”.

La importancia de un administrador del programa de drones

Para aprovechar todas las ventajas que los robots voladores pueden ofrecer en entornos de trabajo complejos, las organizaciones deben disponer de algún responsable que se encargue de tomar las riendas y dirigir el programa.

Las funciones del administrador del programa se dividen entre la comunicación y la gestión de conocimientos.

“La gente quiere tener a alguien con quien pueda hablar”, comenta Serblowski. Una cosa es poder enviar documentos y mantener los portales para que los usuarios encuentren la información que necesitan, y otra es poder hablar con ellos y comentar sus circunstancias concretas, crear documentos y capturar las lecciones aprendidas de las diferentes implementaciones, así como fomentar estos contenidos… eso es lo que importa de verdad”. 

Él argumenta que, además de conocer los impulsores empresariales en un lugar determinado, la comunicación es la habilidad más importante que debe tener un administrador del programa de drones.

“No es necesario comprender sus procesos”, comenta. “Yo no podría decir cuáles son las diferencias específicas que hacen que cada refinería sea única, pero sí puedo comprender sus puntos débiles y qué las impulsa durante el día a día. Al entender sus limitaciones, podrás explicar mejor el modo en que una solución puede funcionar para ellas y servir de ayuda”. 

El modo en que se presenta una solución nueva también puede marcar la diferencia. 

“Si vendes la solución incorrectamente, quizás pierdas a muchos clientes antes de que se den cuenta de las ventajas”.

Los drones como parte de un todo

Los drones representan solo una parte de la amplia estrategia digital de Shell, que se centra en fomentar la toma de decisiones más inteligente y rápida.

“Entendemos los drones como herramientas genéricas de recogida de datos, que fomentan la recopilación de información sin aumentar la exposición operativa. Podemos mantener a salvo al personal en lugar de exponerlo a una posible situación de riesgo durante la recopilación de la información que necesitamos”, comenta Serblowski.

Esperamos que, durante los próximos meses y años, la tecnología de los drones se convierta en una funcionalidad diaria en más sedes operativas de Shell y que no solo esté orientada a las tareas altamente especializadas.

“Durante la década pasada, los drones han demostrado su gran valor como herramientas ad hoc. Ahora estamos planteándonos cómo los podemos aprovechar como una herramienta del día a día, en lugar de como un recurso especializado”.

Cuando el uso de drones se normalice, la tecnología pasará a formar parte de la lista de tareas diarias.

“Ahí es donde veremos el cambio”, afirma Serblowski.

“Veremos una mayor implementación durante el día a día. Veremos a los drones volar con más frecuencia en estas instalaciones y ayudarán una gama de actividades más amplia que hoy en día. Y, al añadir muchas de estas actividades que normalmente no incluirían una inspección con drones, crearás una gran justificación para continuar ampliando estos programas”.