“Nada se compara a que todos podamos ver el mismo video en tiempo real”
~ Rich Gatanis, UAS Coordinator, SMFR
El amoniaco anhidro es altamente tóxico y volátil. Este compuesto químico se utiliza comúnmente para refrigeración industrial, pero puede causar ceguera, asfixia, quemaduras o la muerte a quienes entran en contacto con él.
Es el tipo de sustancia de la que es mejor mantenerse alejado. Sin embargo, el equipo de tratamiento de residuos peligrosos del departamento de bomberos de Southern Manatee (SMFR) necesita hacer justo lo contrario y acercarse al peligro para hacer su trabajo.
El 14 de noviembre, el equipo de tratamiento de residuos peligrosos del SMFR intervino por una fuga de amoniaco anhidro en una planta de distribución de alimentos en Sarasota, Florida.
Había saltado una alarma de incendios conectada al sistema interno de control de sustancias químicas. Los primeros en llegar al lugar del incidente, personal del departamento de bomberos del condado de Sarasota, comenzaron a buscar la fuga.
Sin embargo, investigar dentro del edificio resultó ser una tarea complicada. Lo único que sabían a ciencia cierta era que el amoniaco estaba escapándose al tejado, pero no sabían desde dónde. El siguiente paso en la búsqueda del origen de la fuga era inspeccionar la máquina frigorífica externa y los extractores de aire.
Como es habitual en intervenciones por materiales peligrosos, era necesario realizar una inspección de cerca para confirmar el estado de la situación. Esta incertidumbre inicial es una constante a la hora de tratar con amenazas invisibles.
En palabras de Rich Gatanis, coordinador de VANT de bomberos/emergencias del SMFR: “Cuando hay un incendio, la reacción química peligrosa generalmente ya ha ocurrido.”
Con los materiales peligrosos, las cosas cambian. Siempre es necesario llevar a cabo una investigación del lugar antes de emprender ninguna acción.
Se solicitó la asistencia del equipo de tratamiento de materiales peligrosos del SMFR. Estos, además, pudieron contar con una nueva herramienta que está cambiando la forma de llevar a cabo operaciones como esta: una adaptable flota de drones capaz de capturar imágenes térmicas, incluyendo el DJI Mavic 2 Enterprise Dual y el Matrice 210 V1 adaptado para misiones de tratamiento de materiales peligrosos.
Los drones de SMFR transmitieron videos térmicos y visuales mostrando la ubicación y fuente de la nube de amoniaco.
Mientras el equipo de tratamiento de residuos peligrosos se preparaba para intervenir, un Mavic 2 Enterprise Dual despegó y mostró dónde se estaba originando la fuga de la nube de amoniaco. Con esta información, el equipo de intervención pudo coordinarse con los directores de la planta para determinar qué válvula era necesario cerrar para detener la fuga y poder comenzar la descontaminación.
“Utilizamos un M2ED por su capacidad de capturar imágenes térmicas y visuales. Normalmente es el primero al que recurrimos por la rapidez con la que se puede desplegar. Pudimos ponerlo en el aire y buscar rápidamente sin tener que mandar a nadie allí”, declaró Gatanis.
El M2ED mejoró la seguridad de los técnicos que participaban en la intervención y redujo el número de veces que fue necesario entrar. Gracias al uso del dron se pudieron tomar las decisiones desde una distancia segura y reducir la exposición del equipo de intervención al entorno nocivo. El equipo de residuos peligrosos pudo ver la dispersión de la nube de amoniaco e identificar su origen.
La flota del equipo de tratamiento de residuos peligrosos del SMFR incluye un DJI Matrice 210 V1 y un DJI Inspire 1 como refuerzo, equipados con las cámaras Zenmuse Z30 y XT. En este caso, el M2ED pudo aportar toda la información necesaria y no hubo que desplegar el M210.
Para entender por qué Gatanis considera la información conseguida a través de sistemas no tripulados como “valiosísima”, es necesario comprender la complejidad que supone una intervención por materiales peligrosos.
Durante un incidente, el equipo de respuesta y el de planificación están separados por distancia, tiempo y zonas de operación. Los equipos se dividieron entre zonas “frías”, “templadas” y “calientes”. Unos trabajaban en el puesto de mando, otros descontaminaban a quienes salían del escenario y los últimos se ocupaban directamente de los materiales peligrosos.
Esta separación entre equipos es necesaria, pero puede dar lugar a errores. Normalmente, el conocimiento de la situación que se tiene en el centro de mando está limitado por muchos factores, siendo la distancia el más importante. Las imágenes de cámaras portátiles y los informes de los equipos de intervención pueden fallar. La señal de radio es poco fiable. Y la situación puede agravarse en el tiempo que lleva cambiar de zona para informar en persona a los superiores.
Esta es la razón por la que el equipo de VANT del SMFR siguió trabajando tras localizar la fuga de amoniaco. El Mavic 2 Enterprise Dual se mantuvo operativo para ofrecer información de la situación. Retransmitió los progresos del equipo de intervención a la base, mejorando la eficacia de la operación y seguridad del equipo.
“La comunicación es, por norma general, el punto flojo de las respuestas en casos de materiales peligrosos,” señaló Gatanis.
“Antes de los drones no era posible ver constantemente al personal. Teníamos que confiar en la señal de radio, que es poco fiable siendo generosos. Poder ver la situación desde el cielo mejora nuestra capacidad de resolver un incidente. Nos facilita comprender lo que está pasando con más rapidez y permite que todos tengamos la misma información de la operación.”
Ya antes existían procedimientos de comunicación, pero “nada comparable a que todo el mundo pueda ver lo mismo, al mismo tiempo. Así podemos reducir significativamente los malentendidos.”
Las imágenes aéreas permiten que los oficiales en el lugar del incidente y el centro de comando tengan acceso a la misma información.
Hacia las ocho y media de la mañana, dos horas después de que el equipo de tratamiento de materiales peligrosos recibiera la llamada, los equipos de intervención pudieron retirarse y la fábrica volver a funcionar. Sin la ayuda de los drones, habrían hecho falta varios viajes al tejado debido al tiempo limitado que pueden funcionar los trajes de contención. Eso podría haber prolongado el tiempo necesario para la intervención, tiempo en el que la fábrica estaba detenida.
En su papel de coordinador de VANT del SMFR, Rich Gatanis está descubriendo junto a su equipo de Souther Manatee nuevas formas de utilizar los drones para responder a emergencias por materiales peligrosos. Ha desarrollado varias soluciones para llevar el uso de la tecnología de no tripulados más allá del papel de aportar información sobre la situación. Recientemente fue invitado a compartir sus experiencias y conocimiento en el Congreso Internacional de Bomberos en Bogotá, Colombia.
El año pasado, Southern Manatee realizó una prueba de inflamabilidad para determinar si el M210 podría prender una atmósfera inflamable. También buscaron la forma de incorporar medidores de productos químicos, vapores y radiación en la misma plataforma para que los agentes pudieran internarse en una escena con el equipo apropiado. Los medidores se leen utilizando la cámara del dron.
“Si me meto en una nube que pensamos que es química en un traje de plástico pero resulta que es un gas inflamable, no estoy protegido en caso de que se prenda. Es extremadamente importante identificar la amenaza a la que nos enfrentamos.”
Gatanis explica que lo habitual es que un técnico de tratamiento de materiales peligrosos entre en el lugar del escenario para identificar el material peligroso. Luego sale y comparte la información con el resto del equipo para que puedan ajustar su equipo y tácticas.
En este tiempo pueden perderse miles de dólares en equipo.
Ahora, los drones pueden llevar a cabo esta tarea rápidamente y con precisión. Gatanis pone la fuga de amoniaco anhidro del 14 de noviembre como ejemplo: “Pudimos reducir la primera hora de operación a 15 minutos gracias a tener mejor conocimiento de la situación.”
Gatanis desarrolló este año, en colaboración con FLYMOTION y First Line Technology, un proceso de descontaminación con el que el equipo puede limpiar y volver a utilizar los drones de la serie DJI M200 que hayan estado funcionando en zonas calientes. El vídeo del SMFR, que se puede ver en el siguiente enlace, da más detalles de esta solución dron de la mano de Romeo Durscher, director sénior de Integración para la Seguridad Pública de DJI.
Video de SFMR con Romeo Durscher descontaminando drones
Southern Manatee también ha estado estudiando la posibilidad de utilizar drones para transportar por adelantado las herramientas necesarias al lugar de operaciones o llevarlas a medida que se necesitan. El área en la que los equipos de intervención pueden establecerse está a menudo a cientos de metros de la zona caliente. Acoplar un kilo de equipo en un dron tiene sentido si la alternativa es que los técnicos tengan que volver desde el lugar del incidente para recogerlo.
Estas soluciones equipadas con medidores y capaces de transportar herramientas están en la categoría que Gatanis denomina “¡Mantenlo sencillo, estúpido!”: soluciones sencillas pero efectivas que aprovechan la maniobrabilidad de los drones para aumentar la seguridad y ahorrar tiempo.
Los peligros de las operaciones por materiales peligrosos requieren una respuesta lenta y metódica. Pero, en algunos casos, tomarse su tiempo puede aumentar el riesgo. Según Gatanis, los golpes de calor y el cansancio por calor son algunos de los mayores riesgos para los técnicos en Florida.
Trabajar en un traje de contención durante mucho tiempo bajo el sol asfixiante es, como mínimo, muy incómodo. “El calor no sale. Todo el calor que generas se queda en la burbuja que es el traje y las temperaturas pueden subir peligrosamente en minutos.”
Por tanto, todo viaje que un sistema no tripulado pueda ahorrar a los técnicos es bienvenido. Como dice Gatanis: “Reducir el riesgo y utilizar una máquina para hacer el trabajo, es salir ganando.”
Los drones se han ganado un lugar en el campo de la seguridad pública y agencias públicas de vanguardia están expandiendo su uso en áreas como los servicios medioambientales, la construcción de obras públicas y el transporte. Descarga el libro blanco de DJI para consultar buenas prácticas para el despliegue de drones a nivel local y regional.