Mientras sonaban las doce campanadas y la humanidad celebraba la llegada de una nueva década de progreso, en Wuhan, un bullicioso destino en China que alberga a más de 11 millones de personas, un virus empezaba a gestarse lentamente entre sus densos mercados y calles. Lo que más tarde se conocería como COVID-19 (y a menudo denominado virus de Wuhan o coronavirus) finalmente se hizo público y se empezó a ver como una amenaza potencial para la vida de muchos y la salud de la economía global.
Con el Año Nuevo chino a la vuelta de la esquina, el país tuvo que tomar medidas. El gobierno chino amplió rápidamente el periodo festivo para minimizar los viajes y tomó una decisión drástica: poner en marcha la mayor cuarentena en la historia de la humanidad en Wuhan. Mientras tanto, los dirigentes empresariales han adoptado nuevas tecnologías y procedimientos de trabajo remoto para limitar el impacto del virus en la economía y sus empleados.
Del mismo modo, el gobierno ha trabajado junto con el sector privado para buscar nuevas tecnologías que puedan ayudar a combatir directamente la propagación del COVID-19. En este proceso, DJI y los departamentos de toda China han desplegado drones para aplicaciones de seguridad pública conocidas, e incluso han descubierto nuevas formas de desplegar drones para combatir el virus.
Como dispositivos controlados a distancia, los drones son naturalmente efectivos para minimizar las interacciones humanas, lo cual es crucial cuando los mismos trabajadores públicos destinados a proteger a las comunidades pueden acabar contribuyendo a la propagación del virus.
Las pruebas de DJI con socios locales han consistido en el despliegue de drones con cuatro aplicaciones: para facilitar la comunicación, desinfectar áreas, entregar suministros y medir la temperatura corporal. Algunas de estas aplicaciones son formas nuevas y únicas de desplegar drones, y la respuesta a la pregunta sobre su impacto real aún está en el aire. Sin embargo, DJI desea compartir una breve introducción a estas formas clave en que los drones se están utilizando para inspirar a otros sobre las formas en que potencialmente pueden usar nuevas tecnologías para combatir la propagación del COVID-19.
1.Inspección y difusión
Como hemos visto en misiones de búsqueda y rescate en todo el mundo, desde infinitos desiertos hasta imponentes acantilados, los drones se han convertido en herramientas poderosas para visualizar áreas extensas y comunicarse en áreas difíciles.
Estas mismas capacidades han sido críticas para supervisar y comunicarse en áreas urbanas densas durante el pánico en torno al COVID-19. Con los drones, los policías pueden escanear de forma más eficiente un área y difundir un mensaje, como pedirle a alguien que se ponga una mascarilla o que permanezca dentro del edificio si el área está infectada. Todo mientras se mantiene al mismo tiempo a los policías alejados del contacto cercano con personas que pueden estar infectadas.
2.Entrega de suministros críticos
Al ver el riesgo de una pandemia, los gobiernos locales a menudo han alentado a los ciudadanos a limitar su exposición y permanecer en sus hogares. Esto ha ejercido presión sobre los sistemas de entrega de paquetes y alimentos, que son en sí mismos un vehículo potencial de contaminación. Si bien las entregas de paquetes con drones aún no están muy generalizadas, con solo unas pocas pruebas globales realizadas anteriormente en países como los EE. UU. y la República Dominicana, han demostrado ser una forma eficiente y sin contacto para entregar suministros médicos críticos.
La mayoría de los drones se pueden modificar fácilmente con un mecanismo de entrega de carga útil para entregar paquetes de hasta 6 kg, sin riesgo para ninguna de las dos partes. Esto es particularmente importante en áreas donde se confirma la presencia del virus, como los hospitales que tratan activamente el virus.
3.Desinfección de áreas comunes
Si bien gobiernos de todo el mundo están descubriendo y divulgando más información sobre el virus, existe evidencia de que este puede sobrevivir en superficies duras (como sillas y mesas) desde unas pocas horas hasta varios días. Esto hace que los espacios públicos previamente ocupados por personas infectadas, como autobuses, parques, etc., presenten un riesgo de infección para los demás.[1]
En un esfuerzo por desinfectar los espacios públicos y evitar una mayor propagación del COVID-19, las autoridades sanitarias locales han probado formas de desplegar drones de rociado para agricultura para desinfectar estas áreas de manera más eficiente. Previamente utilizados para la agricultura, estos drones de rociado se llenan con desinfectantes en lugar de pesticidas, y se hacen volar para pulverizar toda el área pública.
Si bien la eficacia de este nuevo proceso de desinfección aún no se ha medido de manera rigurosa, la velocidad y el área cubierta en el proceso no tienen parangón. Los drones de rociado pueden cubrir 100 000 m2 en una hora con un depósito de rociado de 16 l.
Puede obtener más información sobre los esfuerzos de DJI con socios locales para implementar y probar esta aplicación en este enlace.
4.Medición de la temperatura
A medida que toda China ha implementado medidas para limitar la propagación del COVID-19, la mayoría de los complejos de apartamentos y otros edificios han implementado un sencillo proceso de medición de la temperatura antes de dejar entrar a visitantes en el edificio. Esto ha demostrado ser una medida simple pero efectiva para detectar personas potencialmente infectadas, ya que un síntoma clave del virus es la fiebre alta.
Si bien el proceso ha demostrado ser efectivo en general, tiene un punto de riesgo: el personal encargado de medir la temperatura. Debido a que miden la temperatura a cada persona de forma tradicional con un termómetro infrarrojo de mano, pueden entrar en contacto cercano con el virus y convertirse en sus propagadores.
Para limitar este punto de riesgo, algunos equipos están utilizando drones equipados con cámaras infrarrojas para probar las mediciones de temperatura. Si bien estos drones se usan comúnmente para operaciones o inspecciones de seguridad pública, con una calibración adecuada estos drones pueden ayudar a medir la temperatura corporal.
Después de que el equipo de ingeniería de DJI probara diferentes formas de calibrar las cámaras infrarrojas aerotransportadas para medir la temperatura corporal, los resultados mostraron que instalando un bastoncillo de algodón dentro del campo de visión de la cámara térmica, la cámara puede obtener una lectura precisa. La cámara de dron calibrada se puede usar para medir la temperatura corporal mientras la persona encargada permanece a una distancia segura. Si bien los resultados son alentadores, es esencial mencionar que esta solución no está diseñada para usarse en procedimientos médicos estándar y que, para obtener datos utilizables, el proceso de calibración debe seguir estrictamente el procedimiento.
Si desea obtener más información sobre el procedimiento de calibración, complete nuestro formulario de contacto aquí para obtener más información.
El futuro de los drones en la industria sanitaria
Esta no es la primera vez que se implementan drones en situaciones relacionadas con la salud. En Zanzíbar, Tanzania, se están desplegando drones de rociado para combatir la malaria. Un grupo de investigadores modificó la plataforma Agras de DJI para rociar productos químicos en los campos de arroz y así evitar la reproducción de mosquitos portadores de malaria.
Asimismo, se han estado utilizando drones para entregar suministros médicos críticos o muestras de laboratorio en áreas que carecen de la infraestructura adecuada.
Si bien los drones se han convertido en algo común en industrias como la construcción, la producción de películas y la seguridad pública, estas historias son una señal de que es probable que los drones también se conviertan en una herramienta común en todo el sector de la salud.
La propagación del COVID-19 ha sido una forma desafortunada de comenzar una nueva década, pero la parte positiva ha sido ver cómo varias partes han encontrado rápidamente soluciones únicas e innovadoras para combatir el virus por el bien común.
[1] https://www.who.int/news-room/q-a-detail/q-a-coronaviruses