Val Thorens forma parte del complejo de Les 3 Vallées, en el corazón de los Alpes franceses. Con hasta 600 km de pistas de esquí, según las cifras oficiales, esta extensión de sinuosos trazados y laderas de nieve en polvo convierte a Val Thorens en la estación con mayor altitud de Europa, situada en el área esquiable más extensa del mundo; un destino galardonado como mejor parque de esquí del mundo en siete ocasiones en los últimos ocho años (https://www.dailymail.co.uk/travel/escape/article-8977537/The-2020-World-Ski-Awards-names-best-chalets-hotels-resorts-world.html).
Val Thorens defiende con orgullo su prestigio como una de las estaciones de esquí más innovadoras del mundo, donde la adopción de soluciones de alta tecnología para mejorar la práctica del esquí constituye una prioridad.
En los últimos años, Val Thorens ha presentado la integración de Beti, un autobús lanzadera autónomo; SNOWSAT, un sistema basado en GPS para guiar a las máquinas pisanieves con datos en tiempo real de la nieve que se encuentra bajo la superficie, y un nuevo software diseñado para controlar las avalanchas y el flujo de esquiadores.
Una parte esencial del espíritu pionero de Val Thorens la forma la patrulla de esquí del Valle de Belleville, un equipo de más de 200 personas que trabajan incansablemente para asegurar las rutas de esquí, mantener el equipo y la infraestructura esencial y rescatar a esquiadores en peligro.
Val Thorens' Drone Team
El nacimiento de un programa de drones de montaña
Olivier Gardet, director técnico de la patrulla de esquí, y Benjamin Blanc, su director general, son dos visionarios y los primeros en investigar la posibilidad de emplear la tecnología de los drones para optimizar las operaciones de la patrulla de esquí.
A pesar de que en los últimos años los drones han llegado a un amplio público de deportistas y viajeros aventureros de todo el mundo, raramente se han visto en las estaciones de esquí. Debido a la elevada altitud, a las frecuentes operaciones con helicópteros y a la protección de la vida silvestre, las pistas de esquí suelen ser zonas de restricción de vuelos.
Organizaciones gubernamentales y/o de seguridad pública pueden solicitar una autorización temporal de vuelo a través del programa QEP (sigla en inglés de "programa de organismos autorizados") de DJI (https://enterprise-insights.dji.com/qualified-entities-program) para volar en zonas restringidas. Sin embargo, empresas privadas como Val Thorens, están sujetas a procesos de autorización más largos. Olivier, que vio el inmenso potencial que los drones tenían para las operaciones de la patrulla de esquí, no se desanimó.
Entusiasta de los drones y piloto profesional desde 2013, Olivier fue crucial a la hora de probar varios de ellos en la montaña. A raíz de su recomendación, la patrulla de esquí del Valle de Belleville se decidió por un Matrice 210 con los sistemas de cámara y estabilizador Zenmuse Z30 y Zenmuse XT2 (la última plataforma es la Matrice 300 RTK con la serie Zenmuse H20).
Las primeras operaciones dron oficiales en Val Thorens se llevaron a cabo en la temporada de invierno 2018-2019. Inmediatamente después, se recibieron comentarios positivos de varios equipos de la patrulla de esquí, porque los drones no solo les ahorraban tiempo y costes, sino que, más importante aún, mejoraban la seguridad. Para Olivier y Benjamin, era evidente que había que ampliar el equipo y, antes de la temporada de invierno 2019-2020, constituyeron oficialmente la célula de drones de la patrulla de esquí.
La seguridad de los esquiadores es su rutina
De entrada, puede que pienses que las principales funciones de la patrulla de esquí son las operaciones de búsqueda y rescate (SAR). Pero, en realidad, sus responsabilidades son tan extensas como la montaña por la que patrullan. Entre sus tareas rutinarias se incluyen las siguientes:
- Acondicionamiento de las pistas de esquí
- Señalización con balizas y colocación de vallas
- Reparación y mantenimiento de equipos ("snowcats", quitanieves, etc.)
- Reconocimiento de zonas fuera de pista
- Inicio de operaciones de control de avalanchas
"Cualquier lugar al que se pueda acceder desde un remonte debe ser seguro para todos los esquiadores", explica Olivier. "Si un miembro de la patrulla considera que una pista de esquí no es lo bastante segura, la estación la mantiene cerrada hasta que hayamos eliminado el peligro", aclara.
Drones para reconocimiento de pistas y evaluación de seguridad
El equipo de la "célula de drones" se compone de tres pilotos profesionales, entre los que se encuentra Olivier. Su principal cometido es ayudar a la patrulla de esquí en su deber de mantener seguras las zonas esquiables. Los equipos solicitan con frecuencia la presencia de un dron para misiones muy diversas, pero la más habitual es la de reconocimiento.
Antes de declarar una pista segura para los esquiadores, las patrullas tradicionalmente tenían que inspeccionar cada rincón del recorrido en persona, lo que llevaba mucho tiempo. Y si se dejaba de lado una sección, tenían que volver a subir y bajar de nuevo.
El hecho de incorporar un dron a su equipamiento permite al grupo reconocer previamente las pistas de esquí y localizar peligros con precisión. De este modo, cuando las patrullas evalúen una pendiente, lo harán de manera más eficiente y segura.
La exploración con drones adquiere mayor importancia incluso cuando se trata de asegurar zonas fuera de pista, es decir, áreas más allá de los límites. En un principio, la patrulla tendría que inspeccionar manualmente estas áreas peligrosas para identificar zonas que pudieran requerir operaciones de control de avalanchas, pero ahora un dron puede efectuar esa tarea en su lugar.
El Matrice 210 desplegado para exploración rutinaria de pendientes y evaluación de seguridad
La inspección de las infraestructuras de montaña se simplifica con drones
Las estaciones de esquí se dotan con costosos equipos que, de manera habitual, están expuestos a condiciones climáticas extremas. En esta infraestructura se incluyen, entre otros, remontes, cables, estructuras de comunicaciones y equipos de seguridad. Tradicionalmente, eran los miembros de la patrulla de esquí quienes físicamente se desplegaban para inspeccionar y confirmar la integridad estructural del equipo. Ahora, en Val Thorens, gracias a su equipo de drones, las personas solo acuden cuando hay que efectuar una reparación.
Drones: un punto de inflexión para las inspecciones de Gazex
El mejor ejemplo a este respecto quizá sean las inspecciones de Gazex. El sistema Gazex (forma abreviada de "gaz explosif" o "gas explosivo" en francés) es uno de los dispositivos más importantes utilizados en control de avalanchas. Estas estructuras se construyen en la parte superior de las laderas, picos o pendientes y consisten en un tanque de gas conectado a un tubo. Cuando la patrulla de esquí determina que son necesarias medidas de control de avalanchas, se activa una chispa y se dirige una explosión de gas directamente hacia la pendiente, lo que desencadena una avalancha controlada.
Hay 101 Gazex en las montañas de los valles de Belleville. El clima hostil en la cima de las montañas junto con las propias explosiones provoca que cada uno de estos 101 Gazex requiera una inspección y un mantenimiento estructural de rutina. Dado que muchos Gazex no son accesibles a pie, los expertos han empleado, por lo general, un helicóptero para acceder a la estructura e inspeccionarla. Si se concluye que hace falta mantenimiento, se solicita un segundo vuelo de helicóptero para transportar los materiales y herramientas necesarios.
La inspección remota con drones es posible gracias a las cámaras Z30 y XT2, que proporcionan un potente zoom e imágenes térmicas. El zoom y las DJI Goggles RE proporcionan un nivel de detalle satisfactorio para que los expertos trabajen mientras las imágenes térmicas les muestran lo que los ojos no ven. Si no se requiere ninguna reparación, el vuelo en helicóptero no es necesario, lo que permite a la patrulla de esquí ahorrar cerca de 10 000 $ al año (el coste estimado de un vuelo es de 1000 $ y hay aproximadamente 10 Gazex a los que solo se puede acceder en helicóptero). Si hace falta reparar algo, solo se necesita un vuelo en helicóptero en lugar de dos, por lo que los costes operativos casi se reducen a la mitad.
Impacto de los drones en búsqueda y rescate de montaña
Búsqueda y rescate de esquiadores mediante drones
Los drones, similares a los helicópteros, ofrecen importantes perspectivas aéreas que ayudan a los grupos de salvamento a localizar esquiadores perdidos. Pueden guiar a los equipos en tierra, ver más allá de algunos obstáculos y acceder a terrenos difíciles. Las dos cámaras han demostrado ser útiles; en especial, las imágenes térmicas del XT2, capaces de mostrar la firma térmica de las personas a través de los árboles del bosque o de la niebla, o de noche.
"Contamos también con un sistema de transmisión de voz en el dron para comunicar mensajes a las víctimas una vez que las localizamos. El dron puede acercarse a ellas para emitir estos mensajes. Se convierte en su principal punto de contacto y les ayuda a combatir el aislamiento y mantener el ánimo. Aunque no puedan responder a esos mensajes, saben que vamos a por ellos".
Despliegue rápido de drones cuando cada minuto cuenta
La víctima de una avalancha solo puede sobrevivir 20 minutos bajo la nieve y la patrulla de esquí tarda una media de 10 minutos en llegar al lugar. El rápido despliegue del M210 con los instrumentos Zenmuse Z30 y XT2 permite ahorrar un tiempo precioso. El dron sortea los obstáculos y vuela directamente hacia la zona de la avalancha, al tiempo que el zoom y las cámaras térmicas detectan indicios de las víctimas. La patrulla de esquí estima que el dron ahorra alrededor de cinco valiosísimos minutos en esta ventana de apenas 20.
Fue así como descubrieron a un esquiador de 70 años con un tobillo roto que estaba prácticamente enterrado en la nieve. Este suceso se difundió ampliamente en prensa como la primera vez que un dron salvaba a un esquiador. Aquel día se ganaron unos minutos cruciales (planetski.eu/2020/10/19/french-ski-area-using-drone-to-help-save-lives/).
La inteligencia aérea mantiene a la patrulla de esquí a salvo
En 2020 se produjeron 15 avalanchas en Val Thorens. Lo habitual sería que la patrulla de esquí tuviera que enviar a un equipo para efectuar un reconocimiento del área de la avalancha y buscar indicios de víctimas. Se trata de una operación especialmente peligrosa debido a la dureza del terreno y al riesgo de una segunda avalancha.
Gracias a la inteligencia aérea que proporciona la célula de drones, la patrulla de esquí solo tuvo que enviar un equipo en busca de víctimas en cuatro ocasiones. Eso significa que en 11 de las avalanchas de 2020, la célula de drones pudo determinar de forma remota que el despliegue no era necesario.
La célula de drones calcula que esos 11 reconocimientos con drones permitieron ahorrar aproximadamente 5000 $ en efectivos humanos.
"Un día salimos a explorar una avalancha con el dron bajo la lluvia. Todo salió rodado y las cámaras funcionaron bien, así que confirmamos que no era necesario enviar un equipo allí. En vista de las condiciones climáticas adversas, ayudamos a que la patrulla no se pusiera en peligro".
Operaciones dron nocturnas en la montaña
En Val Thorens, la posibilidad de llevar a cabo misiones nocturnas con drones supone una gran ventaja para la patrulla de esquí. El Matrice 210 V2 de la célula de drones está totalmente equipado para vuelos nocturnos gracias a sus balizas luminosas, que permiten divisarlo con claridad tanto desde el cielo como desde el suelo. Su receptor ADS-B integrado identifica las posiciones de las aeronaves cercanas y alerta al piloto mucho antes de que se produzca una eventual colisión. Y su cámara térmica XT2 puede atravesar la oscuridad, la niebla y la nieve. Todo este equipo se alimenta de un par de Baterías de Vuelo Inteligentes TB55 con autocalentamiento e intercambiables en caliente, capaces de soportar bajas temperaturas de hasta -20 °C (-4 °F) y que permiten un tiempo máximo de vuelo superior a 30 minutos.
Asistida por un dron, la patrulla de esquí trabaja intensamente durante la noche para preparar las pistas antes de que la estación abra por la mañana. La perspectiva elevada proporciona información a las pisanieves, al concretar las áreas que necesitan preparación o aquellas en las que hace falta más nieve de las máquinas de nieve artificial.
El futuro de la tecnología de drones en las estaciones de esquí
Hay aún muchas oportunidades para la innovación y el crecimiento en lo que a drones se refiere y a su papel en las estaciones de esquí. Por ejemplo, las imágenes térmicas de los drones son a veces insuficientes por sí solas para detectar personas si estas están enterradas en la nieve a cierta profundidad. Por este motivo, se ha tratado ya de integrar el dispositivo de detección de víctimas de avalanchas (DVA) en drones. Se trata de una herramienta esencial que se emplea para localizar a víctimas enterradas tras una avalancha, y poder aprovecharla de forma remota con un dron supondría un gran avance. Estas innovaciones deben aún desarrollarse, pero, entretanto, la tecnología de drones actualmente disponible ya está ahorrando tiempo y energía al personal, además de reducir los riesgos.
Las nuevas tecnologías y herramientas continuarán mejorando la seguridad en las estaciones de esquí en el futuro. La célula de drones ya planea actualizar su equipo con un Matrice 300 RTK que incorpore la nueva Zenmuse H20T. Una de las funciones que están impacientes por utilizar es el nuevo telémetro láser de la cámara, que facilita las coordenadas precisas de un punto visto desde la distancia. También van a realizar vuelos automáticos planificados en áreas donde los esquiadores tienden a perderse, para hacer la búsqueda más rápida y segura. Puedes obtener más información sobre las funciones de inspección del Matrice 300 RTK aquí: https://enterprise-insights.dji.com/blog/why-the-matrice-300-rtk-is-an-inspectors-dream-tool.
Para terminar, Olivier recomienda a los operadores de otras estaciones de esquí que aprendan a volar en las montañas, porque los drones deben considerarse un punto de inflexión y una herramienta imprescindible en el futuro.
